sábado, 23 de abril de 2011

PRUEBA

Buen día de verdad el que tuvimos el pasado Domingo. Tiempo esplendido, ni mucho frio a primera hora (un fresquete pasable), ni mucho calor a mediodía. De estos que puedes pasarlo al completo con maillot corto o con unos manguitos o una chaquetilla fina.

Al despertar una mala noticia. Teníamos una ausencia no esperada. Fran, después de una dura noche de derbi, causaba baja. No me quiero ni imaginar lo que hubiera pasado después de una noche de final de copa. Posiblemente, ni yo mismo habría ido, jejeje. Que no se me enfaden mis amigos cules, que para una vez que nos llevamos algo ...

Ya sin Fran Hermida, pero con muchas ganas de hacer la ruta nos reuníamos unos 12/13 bikers en el parque del Soto. Como os decía, fresquillo mañanero, pero un cielo limpio de nubes que hacían presagiar calor en horas menos tempraneras. Saludos obligados antes de ponernos en marcha, habituales y no habituales, alguno al que echábamos de menos, porque llevábamos sin coincidir algunos meses (que duro es el invierno), un grupete, amigos de Jesus, auténticos devoradores de km como luego nos demostraron, y hasta un amiguete con el que hacía mucho tiempo no coincidía y por fin se animaba a conocer a la familia pitufa.
7/8 minutos después de la hora pactada, y primera sorpresa del día. No salimos por el camino habitual del parque, sino por otro a las traseras, que nos pondrá casi en fila de a uno en pocos metros, y que conseguirá que los mas frioleros entren en calor al poco de la salida. Unos cuantos toboganes, unas cuantas roderas, alguna bajadita corta pero interesante, y llegamos al cruce de la A-5. Alguno ya por aquí, me dedica una sonrisa de estas que por dentro quiere decir "ay mamoncete el inicio que nos habías preparao", pero entre que recuperan o no el resuello, me libro de que se acuerden de algún pobre familiar. Ponemos rumbo a Moraleja por un sendero que pasa primero por la vaquería Los Combos, el cementerio de Mostoles y luego en falso llano, engañando, pero sumando km, nos deja en el inicio del pueblo. Aquí, antes de salir del mismo, nos espera Rafa, que ha preferido salir de Leganes y encontrarse con nosotros en este punto. Nada grave, porque lo bonito del recorrido comienza ahora.
Durante todo este inicio, he de decir que no se despegan de mí, sino más bien al contrario, el grupo de amigos que han venido con Revuelto, (creo recordar unos 4) que por el pedaleo ágil y las palabras que van soltando sin un atisbo de cansancio entre medias, se nota que van tranquilos, reposados y dispuestos a pasar una mañana de Domingo algo más tranquila bien rodeados de la familia pitufa.



Entre ellos, destaca el de amarillo, como el mismo se autodefine “el abuelo”, un hombre de 66 años, fiel ejemplo de lo que todos nosotros quisiéramos ser de mayores. Madre mia, que condición, ya quisieran muchos con muchos menos años. Y además con gracia, para verle fuera de la bicicleta …
En estas, llegamos al Alto de Cotorredondo por el que tendremos que pasar varias veces, punto más alto de la ruta, y monte por el que discurren infinidad de senderos. En la ruta probaríamos unos cuantos.
Comenzamos el más técnico. Gente como Gonza, ya sabida del terreno que se presenta se relame. Por fin, vamos a divertirnos. Dejo en un primer momento, espacio para que comiencen a bajar los más avezados en la materia, pero vista la indecisión, me tiro sin pensarlo y comienzo la bajada en cabeza. El buen tiempo de los últimos días han dejado el terreno nada húmedo (un peligro para estos senderos por la gran cantidad de barro que puede almacenar), pero algo peligroso, por las roderas que vamos esquivando cada poco. Prácticamente sin poner el pie en ningún momento, voy bajando, incluso asombrándome de lo bien que voy trazando (pase hace dos días y eso se nota, jejeje), pero, upppsss, cometo un error, me meto por el sitio equivocado, y casi sin pensarlo, me pasan Gonza y Luis como auténticos ciclones (estos van como motos, jejeje). Les voy siguiendo hasta que llegamos al último tramo de bajada y el más peligroso (rodera al final que corta casi todo el sendero), me paro para avisar al resto, y sin que me de tiempo a decir nada me pasa el grupete de antes encabezados por el abuelo (im-presionante). Una vez todos abajo, aprovechamos para disfrutar del entorno con una barrita.



Acabamos con los plátanos y nos ponemos en marcha por un senderito pegado al Guadarrama que nos llevara en ambiente agradable y con buenas vistas hasta el cruce de la M-404. Nos acercamos a Batres. En este punto, nuestros nuevos compañeros se marchan ya que uno de ellos ha de llegar a casa y cumplir con sus obligaciones domesticas y de buen padre. Ay, madre mia, cuando nos toque …


Cruzamos un parque, un arroyo, y … toque de corneta, titiritiritiri!! 200m de subida con pendiente de aupa para calentar las piernas. En este punto nos cruzamos con unos guepardos, digooo, compañeros del pedal, que mas parece que bajan en vez de subir, madre mia que ritmo (estos ni barrita ni na, estos van dopaos directamente, jejeje)



Seguimos camino Batres (a lo lejos el Castillo nos va indicando la cercanía), por un sendero siempre en ligera subida y algo técnico, pero también divertido.



En Batres justificándonos por llenar las mochilas de agua, aprovechamos y nos llevamos algo a la boca, que no todo va a ser sufrir.
Salimos del pueblo, y cruzando la carretera, nos dirigimos hacia el cementerio (quien le habrá dicho a todos que los pongan en lo alto de una loma). De charleta y a ritmo cansino nos dirigimos al mismo. Una vez allí, y reagrupados, tomamos un sendero de bajada, hasta el mismo punto en donde abandonamos el rio Guadarrama y al “abuelo” and company. Sendero que comienza mas ancho y se va estrechando según bajamos, menos técnico pero igual divertido que el anterior. Esta vez llego abajo, y me toca esperar. Saco la cámara y ala!, a ejercer de fotógrafo, zas, zas, aquí no se salva de la foto nadie, jejeje.



Bueno, pues en este punto, que mejor que comenzar la subida del día. Unos 3 km de subida tendida, pero con 3 rampones para tomárselo con filosofía. Comienzo la subida con Jaime. Le voy explicando como es y para que puntos tiene que guardarse las fuerzas. Vamos subiendo a buen ritmo, incluso echando alguna charleta. Llega la primera rampa dura. Se lo voy indicando. Se queda unos metros atrás, pero aguanta muy bien. Seguimos subiendo y Jaime va a buen ritmo. Me toma como referencia y solo se separa de mí unos metros. Llegamos arriba. Muy buena subida, Jaime, con ese corazón y esa entrega no habrá pendiente que se te resista. Vamos llegando todos, y pese al mal rato, todos con una sonrisa. La compañía y el buen rollo es sin lugar a dudas, lo mejor de la ruta. Fijaros como llega nuestro último integrante, que ya empezaba a sufrir la dureza de la ruta. Con ese ánimo, podemos con lo que nos echen!!



Todo de frente cogemos otro sendero muy divertido que nos dejara al lado del rio. En continua bajada, pero con algún tobogán, nos va entregando tramos muy disfrutones. Todo el mundo, o casi, llega abajo alegrándose de haberlo probado. Y con cruzada incluida!!



Decia casi todos, porque fijaros en la cara del “nuevo” … (perdoname Ritxarl, pero no podia evitarlo, jejeje)



Desde aquí, un trozo insulso y anodino por la urbanización de Cotorredondo con muchas subidas y pocas bajadas que hace mella en la moral de algunos y en las rodillas de Antonio. Afortunadamente las manos de Luis hacen milagros con las piernas de nuestro amigo, (ejem, ejem, …) y podemos recuperarlo para la causa.



Desde aquí, nos tiramos por un sendero en bajada, cruzando una zona de arena inacabable, que nos deja en otro rio. Momento cámara y todo el mundo esperando a ver si se tenemos el “momentazo” y alguno se tira para la ocasión. Afortunadamente todo el mundo lo pasamos, mas o menos sin problemas.


Ya en las postrimerías, vamos acercándonos a Arroyomolinos, y tirando para Mostoles (inicio y final de la ruta) por un bonito camino entre arboles y con alguna que otra cuestecita.



Alguno, en este último tramo va maldeciendo su suerte y su “trasero”. Ya se empiezan a notar todos los km que llevamos encima. Entrando en Mostoles, voy sufriendo viendo las caras de algunos de mis compañeros. Me sabe mal el verles cansados, a fin de cuentas me hago en parte responsable, claro, cuando de repente … alguien indica que estamos llegando a la parte final o al sitio de la opcional (no recuerdo muy bien), y me empiezan a pasar todos a una velocidad, … vamos que me quede el ultimo (de esta os mandan la foto a casa).
En este ultimo cruce, unos pocos deciden retornar a los coches, despedidas y unas sonrisas de satisfaccion por lo bien que los hemos pasado, y otros a la dura tarea de la opcional. Una jarra de cerveza con limón bien fresquita, unas alitas de pollo, unas patatas, en fin, mejor no os ponemos fotos, porque no queremos que lo paseis mal viéndonos como sufriamos.
Para finalizar, solo deciros, que el poder haber compartido caminos por los que salgo de vez en cuando con todos vosotros, hace que me olvide de todo lo malo de la semana. Esto lo cura todo. Muchas gracias amigos, y nos vemos en la siguiente.
Un abrazo a todos!!



PD: Esta foto no podía faltar!!